Combinar el entrenamiento de fuerza con ejercicios cardiovasculares suele ser algo muy común. No obstante, en aquellos que están empezando a entrenarse, puede ser frecuente el preguntarse si es mejor hacer cardio antes o después del entrenamiento de fuerza. Aunque para esto no hay una respuesta concreta, si hay algunas claves que te ayudarán a saber si es mejor el cardio antes o después del entrenamiento.
¿Qué es el cardio y cuál es la mejor forma de hacerlo?
Los ejercicios aeróbicos, ejercicios cardiovasculares o simplemente cardio, son ejercicios que se practican a niveles moderados o intensos, durante periodos de tiempo extensos, lo que hace aumentar la frecuencia cardiaca, haciendo que esta sea más elevada. Estos, conforme se realicen, ayudan a aumentar la resistencia del cuerpo, proporcionado un sinfín de beneficios. Quemar un gran número de calorías es el más conocido de todos estos beneficios, por lo que el cardio se ha convertido en un importante aliado para la pérdida de peso.
Las formas más frecuentes de cardio son: caminar, correr, saltar la comba, nadar, andar en bicicleta, bailar, entre otros. También hay otras formas de cardio más complejas como el HIIT.
Cada forma de cardio tiene sus propios beneficios. Pero, siendo el cardio un ejercicio de resistencia, suele ser recomendable realizar una actividad con la cual la persona se sienta bien, para que no se haga tedioso o molesto. Por eso muchos suelen oír música, podcasts o hacer otras actividades cuando, por ejemplo, están en la caminadora.
Cardio ¿antes o después del entrenamiento?
Especialistas recomiendan hacer cardio antes o después de las pesas dependiendo de los objetivos particulares de cada persona.
Si, por ejemplo, se quiere aumentar la fuerza o la masa muscular, se suele recomendar el anteponer los ejercicios de fuerza antes que el cardio, y realizar este último de forma moderada.
Pero si se trata, por otro lado, de aumentar la resistencia, quizás para participar en una carrera o maratón, es más efectivo priorizar el ejercicio de resistencia y luego el ejercicio de fuerza, y practicar este último con moderación.
En cuanto a la pérdida de peso, que suele ser el mayor motivo de divergencia entre especialistas, hay algunos que recomiendan hacer cardio antes que el entrenamiento de pesas (incluso hacerlo en ayunas, pues aumenta la quema de calorías). Otros recomiendan hacerlo después del ejercicio de fuerza, ya que el esfuerzo acumulado puede ayudar a quemar más calorías.
Lo más recomendable, sin embargo, sería hacer cardio y entrenamiento de fuerza en sesiones separadas, lo que ayudaría a una mejor recuperación. No obstante, esto suele ser muy difícil por cuestiones de tiempo, por lo que cada persona debería elegir si hacer cardio antes o después del entrenamiento basados en sus objetivos personales.
Conclusión
El ejercicio cardiovascular puede ser de mucha ayuda al incluirlo en tu entrenamiento. Incluso, por si solo, puede ser una estupenda forma de ejercitarse y mantenerse en forma. Pero, si se quiere combinar con ejercicios de fuerza, el orden en el cual se deben hacer ambos dependerá de los objetivos particulares de cada persona.
Si necesitas ayuda para ordenar mejor tus ejercicios, lo mejor es que contactes con un entrenador que, con sus conocimientos, pueda realizar un plan de entrenamiento adaptado a tus necesidades.