
Tal vez tu espalda te lo ha advertido y tu cuello te lo ha afirmado, pasar 8 horas sentado en el trabajo es muy perjudicial para la salud. Nuestros músculos se tensionan y pierden flexibilidad, lo que puede producirnos problemas musculares y una sensación de rigidez en el cuerpo.
Esto puede acarrear graves consecuencias como el aumento de estrés o dolores de espalda y cuello. Si trabajas en una oficina probablemente lo sepas, estar toda una jornada laboral en una silla, pasa factura, y por mucho que te levantes a por agua o al baño, no es suficiente.
Por eso es importante que te preguntes: ¿Qué ejercicios y estiramientos puedo hacer si paso todo el día sentado? Y por supuesto, es fundamental que una vez los conozcas los pongas en práctica. Te llevará poco tiempo en casa y notarás una gran mejoría.
Estiramiento de espalda:
Con este ejercicio darás movilidad y flexibilidad a la región dorsal y cervical. Tumbado boca abajo sobre una esterilla, cruzamos los dedos detrás de la espalda y elevamos hombros y cabeza, notando como los omoplatos se aproximan.
Plancha lateral:
Se trata de una variación de la plancha convencional, realizándose de lado. Con este ejercicio trabajaremos los músculos de los abdominales laterales.
Nos recostamos lateralmente sobre la esterilla, el antebrazo pegado al suelo y la otra mano pegada al cuerpo, nos elevamos hasta que sólo tengamos apoyado un brazo y los pies en el suelo. Deberán estar juntos y las piernas rectas. Aguantamos en esta posición. Repetimos con el otro lado.
El gato:
Es un ejercicio que se usa mucho en pilates y como ejercicio terapéutico. Con su ejecución estiraremos la musculatura de la espalda. Se parte de la posición en cuadrupedia, apoyados sobre la esterilla y manteniendo la espalda paralela al suelo y las manos y rodillas alineados, como las patas de una mesa.
Comenzamos estirando la espalda, sacando trasero y elevando ligeramente la cabeza, a continuación, metemos trasero y bajamos la cabeza dirigiendo la mirada hacia el ombligo.
Estiramiento de vallista:
Nos sentamos sobre la esterilla y estiramos hacia el frente la pierna izquierda. La derecha la doblamos de tal forma que el pie se apoye en la parte interior de la contraria. Nos inclinamos hacia la pierna estirada, intentando que la espalda se conserve recta. Repetimos con la otra pierna.
Estiramiento acostado:
Tumbados boca arriba sobre la esterilla, estiramos la pierna derecha, mientras que la otra la elevamos al máximo. En todo momento hay que procurar que permanezcan pegados al suelo el torso, la espalda y la cadera.
La pierna izquierda se mantendrá levantada y al mismo tiempo hay que agarrar la zona interior de la rodilla con las manos, intentando estirar la pierna lo máximo que puedas hacia ti. Repetimos con la otra pierna.
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